Un 17 de septiembre, pero en 1973, Don Eugenio Garza Sada fue asesinado en un fallido intento de secuestro; este hecho produjo una reacción social sin precedente: ¿Cómo era posible que en nuestra tranquila sociedad se vivieran actos semejantes?
Pasados 46 años, noticias como la muerte violenta de Don Eugenio, ya no sorprenden de igual manera, pero la indignación no disminuye.
¿Qué ha pasado con México? ¿En qué momento permitimos que se perdiera nuestra forma de vida?
Lo cierto es que no fuimos capaces de visualizar el futuro y de darnos cuenta de todos peligros que nos acechaban: pobreza, marginación, desigualdad, ambición política y falta de compromiso comunitario.
Habían pasado 5 años de la matanza de Tlaltelolco, la sociedad comenzaba a despertar y a reaccionar ante la injusticia, la falta de libertad y de garantías; la democracia avanzaba de forma irreversible, el cambio sería inevitable...pero…
¿Qué falló? ¿Por qué la democracia no ha dado respuestas positivas?
Cada mexicano tenemos una respuesta personal.
¿Qué hice yo durante estos años para mejorar o empeorar a mi país?
¿He sido honesto y responsable en mi ámbito privado y profesional?
¿He cumplido con mis obligaciones personales, familiares y ciudadanas?
¿He sido un factor de desarrollo comunitario o me he preocupado solo por mi beneficio personal?
Los empresarios ¿Se han comprometido verdaderamente con México?
“No repartas riquezas, reparte trabajo y elevarás el nivel de vida de la población”
…esta famosa frase de Don Eugenio Garza Sada viene a cuestionar las acciones de muchos ciudadanos y políticos egoístas, comprometidos solo con ellos mismos.
Pasados 46 años, noticias como la muerte violenta de Don Eugenio, ya no sorprenden de igual manera, pero la indignación no disminuye.
¿Qué ha pasado con México? ¿En qué momento permitimos que se perdiera nuestra forma de vida?
Lo cierto es que no fuimos capaces de visualizar el futuro y de darnos cuenta de todos peligros que nos acechaban: pobreza, marginación, desigualdad, ambición política y falta de compromiso comunitario.
Habían pasado 5 años de la matanza de Tlaltelolco, la sociedad comenzaba a despertar y a reaccionar ante la injusticia, la falta de libertad y de garantías; la democracia avanzaba de forma irreversible, el cambio sería inevitable...pero…
¿Qué falló? ¿Por qué la democracia no ha dado respuestas positivas?
Cada mexicano tenemos una respuesta personal.
¿Qué hice yo durante estos años para mejorar o empeorar a mi país?
¿He sido honesto y responsable en mi ámbito privado y profesional?
¿He cumplido con mis obligaciones personales, familiares y ciudadanas?
¿He sido un factor de desarrollo comunitario o me he preocupado solo por mi beneficio personal?
Los empresarios ¿Se han comprometido verdaderamente con México?
“No repartas riquezas, reparte trabajo y elevarás el nivel de vida de la población”
…esta famosa frase de Don Eugenio Garza Sada viene a cuestionar las acciones de muchos ciudadanos y políticos egoístas, comprometidos solo con ellos mismos.
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